viernes, 14 de setiembre de 2012

TRES MITOS SOBRE EL CAPITALISMO*

http://1.bp.blogspot.com/-oCkpfw4JcAw/UFNJJzCVjAI/AAAAAAAAAII/_7dG0JisSD0/s320/Progress.jpg
 

Los detractores del capitalismo nos echan en cara que este sistema económico favorece a los estratos socioeconómicos más altos y en particular a los empresarios. Asimismo lo consideran el responsable de la actual crisis económica, por lo que debe regularse, sino sustituirse. Pero no es cierto que el capitalismo desfavorezca a las clases populares o a los consumidores. Tampoco es cierto que sea el responsable de la actual crisis europea, como para justificar por lo menos su regulación. Veamos por qué estas aseveraciones son falsas.
Mito 1: el capitalismo favorece a los estratos socioeconómicos altos. Falso. Históricamente el desarrollo industrial ha tenido un impacto marginal en el bienestar material de estos estratos en comparación con el que ha tenido en las clases populares. Los sistemas residenciales de agua y desagüe, por ejemplo, han generado mucho más beneficio en estas clases que en aquella con la capacidad de contratar empleados que los surta de agua potable y se encarguen del aseo doméstico. Lo mismo podríamos decir de la radio y televisión, a través de las que las masas lograron tener acceso a la información y al entretenimiento—un privilegio inaccesible originalmente. Indudablemente la clase dirigente se ha beneficiado del desarrollo de industrias. Sin embargo el desarrollo del capitalismo se traduce fundamentalmente en el progreso material de las masas, quienes hoy gozan de beneficios que anteriormente eran prerrogativa exclusiva de los ricos y poderosos.

Mito 2: el capitalismo favorece a los empresarios y no a los consumidores. Falso. Para intelectuales de la talla de Shaw, Marx, Nehru y Dewey, el beneficio económico de las empresas es un sobrecosto arbitrario y resultante de precios excesivos y propios de la codicia de los capitalistas. La realidad, sin embargo, es otra. Las fortunas icónicas del capitalismo fueron gestadas por gente que supo cómo reducir costos para masificar sus productos mediante precios más bajos. Así lo hizo Ford (automóviles), Rockefeller (petróleo), Carnegie (acero), Sears, Penny, Walton (ventas minoristas) y Gates (software). Está demostrado que para tener rendimientos sostenibles las empresas necesitan fundamentalmente que su dinero rote. Por ejemplo, si un supermercado renueva su inventario bimensualmente y su utilidad es de tan solo un céntimo por cada sol de ventas, este céntimo podría convertirse en 25 céntimos por sol en la medida en que este sol se reúse 25 veces en el año. Este céntimo “adicional” no afecta al consumidor.
Mito 3: el capitalismo es el responsable de la reciente crisis económica, por lo que por lo menos debe regularse. Falso. El capitalismo no ha causado la actual crisis europea, como tampoco fue responsable de las burbujas inmobiliaria y tecnológica recientes, como tampoco fue responsable de la Gran Depresión. Estas crisis pueden explicarse por un lado, por una regulación inadecuada, sino excesiva, y por una pésima política pública en materia económica; y por otro lado, por nuestras decisiones equivocadas e irresponsables pero consistentes con nuestras debilidades individuales, como la deshonestidad, venalidad y conveniencia.  

*/ Artículo publicado (versión editada) en el diario Expreso el 14/09/2012.

¿CUANTO VALE EL PERU?*

http://4.bp.blogspot.com/-AKT421ColIw/UFNDYk0TPFI/AAAAAAAAAHs/5TrMJWbXT7U/s320/peru-flag-painted.jpg
En marzo del año en curso una noticia en CNN llevó por título “Con un valor de US$500 mil millones, Apple vale más que Polonia”. Este curioso titular llamó la atención de propios y ajenos al comparar el valor bursátil de una compañía con el PBI de un país. ¿Es posible esta comparación? De ser así ¿puede Apple valer más que un país? ¿Valdría más que el Perú? Y ¿cuánto vale el Perú? Sin duda, es impresionante que empresas como Apple (US$635MM), Exxon Mobil (US$411MM) y General Electric (US$223MM) tengan un valor mayor al PBI del Perú (US$177MM). Estas diferencias numéricas podrían inclusive llevarnos a ubicar a estos gigantes entre las mayores economías del mundo. Sin embargo, ello sería un error porque la comparación en sí no es estrictamente posible.
 
El PBI es una medida de la actividad económica pasada. Es el valor de mercado de todos los bienes y servicios finales que se produjeron formalmente en un país durante un año. El valor bursátil de una empresa es una medida de su actividad económica futura. Matemáticamente es el producto entre el número de acciones y su precio. Este precio se determina en el mercado y representa el valor actual del flujo de dividendos que los accionistas esperan recibir en el futuro por estas acciones. Así el valor de la empresa es el valor actual del flujo de beneficios que se espera la empresa genere. Las dos medidas, pues, tienen objetos diferentes y hacen de cualquier comparación entre ellas un ejercicio impráctico.
 
Pero de insistirse en comparar ambas medidas, el ejercicio podría mejorarse de dos maneras. Podríamos estimar un valor presente neto de la actividad económica futura en el país para luego compararlo con el valor bursátil de Apple. Alternativamente, podríamos estimar el valor agregado de Apple y compararlo con nuestro PBI. El PBI, después de todo, es una medida de valor agregado porque no contempla bienes y servicios intermedios ni importados. Para calcular el valor agregado de Apple, restaríamos de sus ventas el costo de los componentes que no produce pero que forman parte de sus productos finales. A través de estas dos maneras, el PBI peruano debería ser mayor que el valor de Apple.
Ahora bien, como se mire, Apple es enorme. Asociar tamaño con poder es una costumbre que, en este caso, nos permitiría comparar el poder relativo de Apple con el de un país. Pero cuidado: el tamaño no dice mucho sobre el poder relativo de una empresa en este contexto. Quien establece las reglas del juego es el país. Además, bastaría con una fuerte caída en su capitalización bursátil para que Apple pierda parte de su poder. El tamaño de Microsoft, por ejemplo, actualmente es una fracción de lo que fue en su momento. ¿Cuánto poder tuvo? ¿Cuánto poder perdió?

En lo que se refiere a cuánto vale el Perú, pues, ciertamente vale mucho más que Apple.
*/ Artículo publicado en el diario Expreso el 07/09/2012.