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El producto bruto interno (PBI) es el
indicador más amplio de la actividad económica. Solemos definir el concepto como
el valor de mercado de todos los bienes y servicios finales que se producen formalmente
en un país durante un año. Sin embargo esta definición no es del todo correcta
porque el PBI, más que una medida de toda
la actividad económica que toma lugar en un país formalmente, es una medida del
valor que esta actividad tiene para
los consumidores y demás usuarios finales.
En su definición el PBI contempla
valores de mercado porque son los valores que la sociedad está dispuesta a
asignar a los bienes y servicios. El valor de mercado de un producto es su
precio, que como tal, representa el monto mínimo que los consumidores estamos
dispuestos a pagar para llevárnoslo. La definición del PBI también contempla bienes
y servicios finales (BSF): aquellos que se producen o prestan para un uso final
y no como parte de un proceso productivo para elaborar bienes y servicios adicionales.
Una torta para consumo residencial, por ejemplo, es un bien final. Este bien debe
diferenciarse de sus ingredientes y demás factores de producción empleados en
su elaboración y que, por ende, constituyen bienes y servicios intermedios (BSI).
Al venderse la torta, su valor y no el de los BSI afines se recoge explícitamente
en el PBI. El PBI excluye el valor de los BSI porque en teoría éste forma parte
del valor de los BSF.
Pero ¿siempre el PBI incluye los
costos de los BSI vía BSF? Como el PBI incluye solamente el dinero gastado en
BSF, los BSI se tomarán en cuenta en la medida en que agreguen un valor
monetario a los BSF de cuyos procesos forman parte. Sin embargo, no debemos
esperar que el valor de los BSF cubran indefectiblemente los costos de sus BSI.
Esto es una manera sensata de medir la actividad económica porque permite que
el valor de un bien final agregable al PBI pueda ser menor que el costo de sus
BSI. Para ilustrar el punto supongamos que aquella torta se elaboró
específicamente para un consumidor que termina rechazándola por estar mal hecha.
En este caso, la torta no tendrá un valor de mercado ni contribuirá al PBI, a
pesar que para elaborarse hubo que asumir los costos de sus BSI.
De lo anterior debería quedar claro por
qué el PBI no es tanto un indicador de toda la actividad económica formal en un
país, como sí del valor de esta actividad para los usuarios finales. La
actividad económica se tasa en términos de valor de mercado y no en términos de
costos.
*/Ártículo publicado en el diario Expreso el 20/07/2012.
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